¿Cómo entró a formar parte de las entidades de la discapacidad organizada? 

 

Soy una persona con discapacidad visual. Me afilié a la ONCE a la edad de 7 años, y gracias a esta Organización, he podido desenvolver mi vida de una forma plena e inclusiva. 

 

Sin duda, una de las principales aportaciones de la ONCE ha sido la oportunidad de descubrir la participación asociativa a través de una asociación interna de la Organización llamada Unidad Progresista (UP). Concretamente, formo parte de su sección juvenil, es decir, de Juventudes de Unidad Progresista (JUP). 

 

Cuando apenas tenía 18 años, un amigo fue quien me acercó el proyecto de JUP, y decidí asociarme por el gran ambiente que se desprendía. A partir de entonces, descubrí el gran poder que reside en el asociacionismo para impulsar la transformación social y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad.

 

A lo largo de estos años, he observado que una de las mayores motivaciones para la participación asociativa es el crecimiento y desarrollo de las personas, con la consecuente repercusión sobre el entorno. Todo ello es lo que nos permite avanzar.

 

¿Qué trayectoria ha tenido en ellas antes de ser nombrado presidente de la Comisión de Juventud del CERMI?

 

Juventudes de Unidad Progresista de la ONCE tiene una estructura organizada a nivel estatal, contando con equipos de Coordinadora con distintos ámnbitos de actuación. Desde el año 2013, he tenido el placer de ser el máximo responsable del equipo de Coordinadora de JUP Barcelona. Asimismo, también he disfrutado de la oportunidad de formar parte del equipo de la Coordinadora Estatal con diferentes responsabilidades. 

 

Durante el periodo de 2013 a 2016, ocupé el cargo de representante de JUP Catalunya en el mencionado equipo, y desde 2016, recae sobre mí la responsabilidad de la Secretaría General Adjunta de Comunicación y Alianzas.

 

Precisamente, a través de esta área de Alianzas, nuestro objetivo es conectar con el entorno para establecer todas aquellas sinergias que nos permitan un intercambio bidireccional para crecer conjuntamente. Unas sinergias que desemboquen en poderosas alianzas. 

 

En este sentido, desde JUP, hemos estado participando activamente desde hace años en la Comisión de Juventud con Discapacidad del CERMI. He podido trabajar dentro de este equipo desde 2016, y ahora cuento con el privilegio de presidir esta Comisión, siendo consciente de la gran responsabilidad que conlleva. 

 

¿Cuál es la función de la Comisión del CERMI y cómo está compuesta?

 

Esta Comisión tiene el objetivo fundamental de dar visibilidad a la realidad de la juventud con discapacidad del país, impulsando todas las posibles reivindicaciones para conseguir la plena igualdad de oportunidades y la máxima inclusión social para este colectivo. 

Como función principal, cabe destacar el análisis de los ámbitos y esferas en materia de juventud con el fin de determinar necesidades, demandas, propuestas de acción, etc. 

 

La Comisión está compuesta por la agregación de representantes de las organizaciones miembro del CERMI que deseen participar para trabajar en perspectiva juvenil. Con tal de presentar una fotografía rápida, cabe resaltar que, dentro de la Comisión, encontramos entidades como las siguientes: FASOCIDE, PLENA INCLUSIÓN CONFEDERACIÓN, CNSE, COCEMFE, AUTISMO ESPAÑA, FIAPAS, FEDER, PREDIF, FESPAU, CERMIs AUTONÓMICOS, GRUPO SOCIAL ONCE, ETC. 

 

Ocio y educación son aspectos muy directamente vinculados con la juventud. ¿Cuáles es son sus demandas en estos ámbitos? 

 

En materia educativa, cabe remarcar que el acceso a estudios superiores es necesario para conseguir la inclusión de los jóvenes con discapacidad y ofrecer garantías en materia de inserción laboral. Actualmente, la proporción de estudiantes con discapacidad en los centros de educación superior es baja a causa de las dificultades para acceder en igualdad de condiciones. 

 

Por ello, es necesario avanzar para que la educación inclusiva sea una realidad a lo largo de todas las etapas, desplegando los apoyos que sean necesarios para cada persona. En esta línea, también sería interesante incluir programas sobre educación y sensibilización en materia de discapacidad en el currículum escolar.

En cuanto al ámbito del ocio, no puede haber una situación de igualdad si no existen unas condiciones de accesibilidad en la vida desde todas las dimensiones del ocio y del tiempo libre: cultural, deportivo, recreativo, turístico, etc. 

 

La segregación existente en la sociedad y la exclusión de los jóvenes con discapacidad en los espacios de ocio ordinarios generan la vulneración del derecho a disfrutar y participar de los mismos en igualdad de condiciones. Por estas razones, es necesario garantizar las condiciones de accesibilidad globales de las infraestructuras y entornos para que todas las personas puedan participar en la oferta cultural y de ocio y tiempo libre. Asimismo, es fundamental potenciar la capacidad de concebir la diferencia como un valor. Ello significa tener en cuenta a todas las personas y el entorno en el que estas interaccionan, dando la misma importancia a las necesidades de todos, independientemente de sus características. 

 

Los jóvenes, en general, tienen difícil incorporarse al mercado laboral y acceder a una vivienda. Esta dificultad se acrecienta en el caso de los jóvenes con discapacidad. ¿Cómo puede mejorarse esta situación?

 

Por un lado, la inclusión de las personas con discapacidad en el mercado laboral ordinario tiene un largo recorrido de mejora para dar cabida a toda la diversidad. En este sentido, considero que es esencial impulsar diversas reivindicaciones para que esta realidad cambie. 

 

Según mi opinión, la administración pública tiene la obligación de ser ejemplar y de cumplir íntegramente con los porcentajes de puestos de trabajo reservados, así como de velar por la plena accesibilidad de los mismos. También sería importante hacer efectiva la reserva de plazas para personas con discapacidad en todas las convocatorias de oposiciones y para cada cuerpo o escala concreta de la Administración. 

Bajo mi punto de vista, observo que debería incrementarse el porcentaje de trabajadores con discapacidad que están obligadas a contratar las empresas públicas y privadas.

 

La lucha contra la precariedad laboral y la defensa de unos salarios justos debe convertirse en una clara voluntad política, con el fin de conseguir el acceso a una vida independiente y digna. Sin duda, el cumplimiento de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras debe ser una garantía, tal como se recoge en las normativas vigentes.

 

Por otro lado, el acceso a una vivienda digna es, sin duda, una grave preocupación para el colectivo de jóvenes con discapacidad. Es por ello que, en mi opinión, podría aumentarse la reserva de viviendas de protección oficial a personas que tengan reconocida una discapacidad superior al 33%, además de garantizar que dicha vivienda cuente con las adaptaciones inherentes a la discapacidad del beneficiario.

 

¿Y en materia de género, cuáles son las acciones que va a emprender la Comisión?

 

En esta materia, somos plenamente conscientes que tenemos por delante un largo camino para alcanzar nuestra meta de la plena igualdad de género, aún más si cabe dentro de nuestro colectivo, donde lamentablemente puede darse una doble discriminación por ser mujer con discapacidad. 

Es por ello que queremos impulsar todas aquellas iniciativas que nos ayuden a revertir esta situación y a luchar enérgicamente por erradicar cualquier tipo de violencia de género hacia las niñas y jóvenes con discapacidad. 

 

¿Cuáles serán los aliados de esta comisión o los actores con los que debe trabajar para lograr sus objetivos?

 

Con tal de lograr los objetivos, la Comisión debe mantener esa cohesión con la que se ha trabajado durante estos últimos años, pues es un factor clave para el éxito de nuestros proyectos. 

Naturalmente, también debemos tender puentes con agentes sociales de nuestro entorno por el gran intercambio que puede generarse, como, por ejemplo, podemos hablar de nuestra alianza con el Consejo de la Juventud de España, que recientemente ha desarrollado una campaña en materia de discapacidad por redes sociales.

 

¿Está convenientemente representada la juventud dentro de las organizaciones de la discapacidad?

 

En este sentido, creo que la Comisión de Juventud del CERMI puede servirnos de indicador para reflejar que los jóvenes con discapacidad tienen su espacio relevante dentro del asociacionismo. Si bien es cierto que, dentro de la coyuntura actual, encontramos en muchas ocasiones que el proceso de acercar proyectos asociativos a la juventud es complejo por diversas circunstancias, y entre todas las organizaciones, debemos esforzarnos al máximo para trabajar esa atracción de personas jóvenes, que son presente y futuro de nuestro colectivo.

 

Por último, ¿cómo es hoy en día la juventud con discapacidad a diferencia de cómo eran hace no muchos años? ¿Y cómo ve el futuro?

 

A lo largo de los últimos años, la juventud con discapacidad en general ha vivido una evolución interesante gracias a los avances en el ámbito de la tecnología, lo que ha permitido mejorar en gran medida la calidad de vida de nuestro colectivo. 

 

Mirando hacia adelante, creo que el futuro nos depara una gran transformación social, fruto del trabajo que el movimiento de la discapacidad está impulsando para que, el día de mañana, la inclusión sea una realidad.